Cada 23 de abril se conmemora el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor. Esta fecha fue proclamada por la UNESCO como día simbólico de la literatura universal porque un 23 de abril, pero de 1616, murieron tres grandes referentes de la escritura: William Shakespeare, Miguel de Cervantes Saavedra y Garcilaso de la Vega.
Hago mías las palabras de María teresa Andruetto (escritora argentina):
“La lectura y la escritura enriquecen nuestra subjetividad porque nos incitan a formular preguntas, nos ayudan a pensar y a sentir, nos abren la puerta a otras experiencias, a otras subjetividades. Un libro nos permite convertirnos en ciudadanos más críticos, nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, a la sociedad en que vivimos. Y quizá, si somos más críticos y más pensantes, nos pongamos a trabajar por un mundo menos injusto”.